Un sospechoso de intento de violación y asesinato de dos prostitutas es matado en un hotel cuando practicaba sexo con una prostituta. La policía determina que la agresión y muerte del sospechoso fue en defensa propia por lo que la mujer queda libre. Las pruebas de balística demuestran que el arma utilizada por la mujer se uso en otro homicidio sin resolver meses atrás y, no pertenecían al sospechoso, ya que entonces estaba en la cárcel.