La unidad de víctimas especiales y el FBI investigan una serie de asesinatos relacionados con unos casos que la detective Benson llevó unos años atrás. Los cuerpos de las víctimas, un hombre, una mujer hispana y un niño fueron encontrados en una instalación federal. Los tres fueron atraídos por un supuesto premio: un ordenador. Fueron sedados en el momento de la muerte y no sufrieron. Todo apunta a un ex-convicto que siente rencor por Benson y planea vengarse.