Dios y el diablo en la tierra del sol (Deus e o diabo na terra do Sol), el segundo largometraje de Rocha, pertenece a este movimiento renovador del cine brasilero que influirá por años en otros autores latinoamericanos. Inspirado en la "Estética de la violencia", apela al signo que, según Rocha, caracteriza a su pueblo, el hambre, que a la vez es su originalidad, pues el hambre convoca a una violencia transformadora que se convierte en acto revolucionario, donde el colonizador llega a tomar conciencia de la existencia del colonizado.