Este cortometraje, filmado en la Exposición Rural, es un testimonio que, a partir de 70 entrevistas realizadas a chicas y chicos de 9 y 10 años, indaga sobre las pautas de conducta impuestas por la educación convencional y los resultados obtenidos. A los chicos se los educa de manera específica, con muy diferentes objetivos vitales, y los juguetes reflejan esa discriminación: cocinitas, muñecas, secadores, equipos de cosmética, todo el mundo doméstico para las nenas. Los juegos creativos, los que despiertan la imaginación (trenes, autos, juegos para armar, hombres en el espacio), se destinan a los varones.