Sigfrido da muerte al dragón que custodia el tesoro de los Nibelungos y se baña en su sangre para conseguir la invulnerabilidad. Ofrece el anillo de los Nibelungos a Brunilda, Reina de Finlandia y se encamina a Burgundia. Allí pedirá al Rey Gunter la mano de su hermana Krimilda. El rey le pedirá a cambio ayuda para conseguir a Brunilda, que sólo se casará con el hombre que la derrote