A Mariana no le gusta su nombre y se hace llamar Gloria. Sus padres se separaron antes de que ella cumpliera un año y hoy, como muchas parejas separadas, vuelven a vivir bajo el mismo techo sólo por no tener un trabajo digno. Son personas que nunca van a viajar muy lejos de sus hogares, que es donde se refugian, mal o bien, de todo lo feo que está afuera.