Mamma Roma es una prostituta que sueña con un bienestar pequeño-burgués. Tras la boda de su protector, se traslada con su hijo Héctor a un barrio decente, donde regenta un puesto de frutas en el mercadillo popular. Héctor es un muchacho de carácter débil e influenciable que se deja arrastrar por los amigos y se enamora de Bruna, una chica que lo inicia en los secretos del amor.