El doctor Newbury logra salvarle la vida a Rick Caldwell, aunque no consigue sacarlo de su estado de coma, pero mantiene su cerebro vivo con un pequeño casco de plexi-glas. En un intento por penetrar la mente del paciente, el médico conecta las ondas cerebrales de Ricky a una clarividente ciega, que consigue introducirse en el retorcido mundo de sus sueños. A partir de ese momento, tienen lugar extraños asesinatos. Será el detective Connolly quien tratará de frenar el espeluznante experimento de Newbury.