Debieron ahorcarlos antes
El asesino Joe Oaxaca mata accidentalmente a un mirón y es apresado. Silvestre y su abuelo roban el oro del ejército. Silvestre es aprehendido y el abuelo escapa con el oro. Joe se entera y propone a Silverio huir juntos a cambio de la mitad del oro. El agente federal Tomás Bueno se hace pasar por reo y se une a ellos en la fuga. Van a un convento donde llega el abuelo con el oro y una joven. Llega el alcalde con su gante y se arma un tiroteo. En medio de la balacera el abuelo dispara un viejo cañón. Una lluvia de monedas cae sobre una caravana de apaches a medio desierto.