El difunto Christopher Bean
En una localidad cercana a Boston transcurre la apacible vida del matrimonio Haggett, sus hijas Susan y Ada y la sirvienta Abby, hasta que su existencia se ve interrumpida por la súbita llegada de un desconocido, Maxwell Davenport, que se presenta como amigo del fallecido Christopher Bean, un pintor que vivía con la familia Haggett. El recién llegado pronto se interesa por la obra pictórica del difunto que permanece en la casa, alegando motivos sentimentales. La verdad resulta que Bean llegó a convertirse en un célebre pintor. Pronto entran en liza por los cuadros sendos comerciantes de arte: Un tal Rosen y el verdadero Maxwell Davenport.