Carmen, acusada del asesinato de una adolescente, sale en libertad bajo palabra al cabo de dos años de cárcel, gracias a que su abogado apela a la Corte Suprema. Desde el momento de su arresto hasta el juicio y la sentencia, los medios ofrecieron una cobertura completa de la vida privada de Carmen, enfatizando sus preferencias sexuales, que fueron decisivas para su linchamiento y condena por parte del público. Sin embargo Carmen siempre ha declarado su inocencia. Ahora que ha vuelto a casa, sin trabajo, abandonada por sus amigos y familiares, en la línea de fuego de los medios de comunicación y protagonista involuntaria de programas de cotilleo, Carmen se ve acosada por el verdadero asesino de la chica pero nadie quiere creerla.