El dolor por la muerte de su padre ha hecho de Laura una mujer fría, altanera y rencorosa. Julia, su millonaria madre no le ofrece cariño ni atención que le ayuden a superar su amargura; compensa su indiferencia con dinero y cosas materiales. Todo eso, junto con el descubrimiento de una dolorosa verdad en el pasado de su padre, hacen a Laura vulnerable a perder sus valores. Claudia y Alex, supuestos amigos, tejen una telaraña socialmente fatal, con hipocresías y canalladas en la que Laura es la presa perfecta para caer en sus vicios y promiscuidad, y así convertirse en lo que aborrecía