Dos ancianos, el médico Mario y Laura son sorprendidos por la policía al enterrar un cadáver. Los cuatro nietos de la anciana confiesan que su abuelo murió meses antes y Laura lo enterró en su sala para seguir recibiendo su pensión. El médico aclara que a él le dijeron que el abuelo había huido con una bailarina y que propuso matrimonio a Laura. Ella aceptó y al casarse ella le confió su secreto. Ál quiso aclarar todo y al enterrar de nuevo el cadáver en el jardín los sorprendieron por una vecina chismoso. Todo se arregla. El cadáver es sepultado en un panteón y Laura y Mario se casan.