Olga es una joven cubana que llegó a España con una beca de estudios, pensando que esto iba a ser el triunfo de su vida. Decide quedarse y, al cabo del tiempo, es una inmigrante ilegal, sufre los avatares de la marginación, no puede volver a casa y tiene que buscarse la vida. Mari Jo es una joven valenciana de la Ribera Alta, nacida en una familia llena de problemas. El destino le ha marcado la vida y su final también es la marginación. Ambas terminarán como trabajadoras ilegales de una fábrica de muebles en la que, a pesar de que por ley deberían cobrar cinco euros la hora, ellas sólo cobran un euro y medio.