El último adiós de Bette Davis
A sus 81 años, y a pesar de su delicadísimo estado de salud, la actriz decidió asistir al homenaje que se le iba a tributar en la capital guipuzcoana y emprendió un viaje de varias jornadas desde Los Ángeles con escalas en Nueva York, París y Biarritz. Una vez en San Sebastián, se encerró durante cinco días en su suite del hotel María Cristina y allí planificó con detalle todas sus apariciones públicas: la ceremonia de entrega del premio, la rueda de prensa en la que, envuelta en el humo de sus cigarrillos, disfrutó recordando su carrera… Terminado el certamen, decidió alargar su estancia pero no tardó en encontrarse mal. Fue trasladada en un vuelo especial al Hospital Americano de París, donde falleció pocos días después.