El film se introduce en el universo de los pensamientos y evocaciones de Camilo, un adolescente con una enfermedad muscular, en el momento en que transita hacia la vida adulta. La dialéctica de la película, cristalizada en un extenso registro fílmico de 16 años, navega entre la escritura de textos de corte filosófico y conversaciones que mantiene con su amigo Luis, con una mirada crítica hacia los sistemas sociales, sus propias relaciones, y a sí mismo. Su forma de sentir impulsa los saltos temporales en una dirección u otra, con sus derivas y ensoñaciones, similar a las formas en la que opera la memoria. El tiempo se convierte en tema y vehículo a la vez.